Municipio de Guamal, Magdalena.

Municipio de Guamal, Magdalena.
Guamal, Magdalena: Pueblo de gente amable, cordial y pujante: de hermosos paisajes y diversidad de sitios turisticos naturales. Ahora, los jóvenes de Guamal cuental al mundo su propia historia.

GUAMAL CUENTA - CUENTOS DE LA TIERRA COLORÁ

Gracias al apoyo de la alcaldía Municipal de Guamal y del despacho de la Gestora Social, se vienen desarrollando talleres de Escritura Creativa en este municipio del Sur del departamento del Magdalena.

Los talleres, se estan desarrollando en las Instituciones Educativas de esta localidad de la Depresión Momposina, dirigida a Docentes y especialmente a estudiantes, que desde un principo dan muestra de su talento para la escritura creativa.

Veamos algunas muestras de lo que cuentan los jóvenes Guamaleros:

LA VENDEDORA DE PECES ( Primer borrador)

LA VENDEDORA DE PECES ( Primer borrador)

Autor: Francisco Javier Martínez cantillo 11b Instituto Agrícola de Guamal.

Todo comienza en un pueblo humilde llamado Gumalá, todo era ese día tan tan monótono como cotidiano; en dicho pueblo existía una joven llamada Julieta, hija adoptiva de una familia de pescadores de la región, la cabeza de esta familia era Gabriel, un hombre obsoleto y plasmado a la antigüedad. Como era costumbre Julieta salía con ánimo a vender a la plaza los peces que su padre adoptivo, pasaban las horas y su venta aumentaban conformes a las pisadas de las manecillas de un reloj, de repente una camioneta cargada de animales se estaciona frente a ella, de su abrigo baja un hombre bien vestido, galante y de buen hablar, aunque su vista terminó cegada por la belleza de esta joven, en medio de ceguera tropezó con el recipiente en el que julita vendía sus peces, en ese momento ambos se inclinaron a recoger los peces, él por decencia y ella por enojo, pero algo en sus ojos, algo en sus manos los atrajo uno de otro, el tiempo descansó en sus manos eclipsadas atrapando un pez que resbalaba de sus manos.

No fue amor de primera vista, fue química en la piel, él se sintió obligado a decirle su nombre y le conto que se llamaba Andrés, de repente un grito un grito interrumpió su conversación, era de el papa de Andrés, quien le llamaba desde el trono de su auto, en pocos segundos ella le dio su nombre, le dijo que frecuentaba el parque del pueblo todas las noches.

Así pasaron veinticuatro noches para que los síntomas de amor en esta joven pareja brotara como árbol del suelo. Una noche Andrés sintió la necesidad de confesar su amor, desconociendo completamente que Julieta tenia la misma intención, uno al otro se miraron a los ojos, su mirada era tan fija como los cimientos de una pared, las estrellas se confabularon Julieta vestía una falda larga pero el viento morboso quería mirar en ese momento. Todo pasó, menos el tiempo, quedaron congelados en ese lugar, en ese momento.

Gabriel el padre de Julieta enfermo y Julieta se vio obligada a ir de pesca por si sola y no volvió a su casa, no volvió a la plaza, no volvió al parque ni volvió a ver a su amado Andrés, su cuerpo flotaba en la profundidad. Al llegar la noticia al pueblo loa pescadores salieron en su búsqueda pero no tuvieron éxito, casi dos semanas después fue encontrada con su atarraya amarrada a su mano con argolla de compromiso, se casó con el río.

Andrés en su solloza agonía volvió al río contrajo nupcias con el río y su amada.

FIN.

lunes, 24 de agosto de 2009

UNA TARDE EN LA PLAYA


UNA TARDE EN LA PLAYA
Autora: Diana Marcela Alvarado Torres.

Todo empezó una tarde soleada, cuando un grupo de amigos de la cuádrame invitaron a playa, esto sucedió o mejor dicho me sucedió en santa marta cuando estaba en plenas vacaciones con mi papa. Después de aceptar la invitación de mis amigos, prepare todas mis cosas de playa.
Al llegar nos bajamos del taxi y nos dirigimos hacia un lugar esplendoroso donde se puede pasar una tarde espectacular, bajo unas palmeras ubicamos nuestras cosas y comenzamos a jugar voleibol.
Ya cansados de jugar nos dirigimos a bañarnos todo el grupo se metió al agua, por lo tanto yo me quede en la orilla todo por motivo de no saber nadar, mis amigos me decían ven no te va a pesar nada y yo muy desconfiada decía que no que hay estaba bien. Al pasar de unos minutos me descuide y uno de mis compañeros llamo a otro y me colgaron de los pies y me llevaron a lo más profundo, donde mis pies no alcanzaban llegar, angustiada les gritaba no me tiren! A ellos le valió lo que yo le decía, en cuestión de segundos ya estaba en lo profundo del mar, azorada y con mucho miedo de no poderme defender de las temibles olas que me arrastraban y no me dejaban tomar suficiente aire, mis amigos pensaban que yo estaba jugando pero la realidad estaba a punto de desfallecer y perder las fuerzas de seguir intentando salvarme.
Hubo un momento que me sentí imponente. Pero no me di cuenta del resto de lo que paso. Cuando me desperté estaba en brazos de un amigo abrí los ojos y estaba todavía sorprendida de todo.
Todo comenzó con un juego y termino en tragedia bueno no lo llamemos tragedia mejor nos pegamos un sofoco.
Paso todo y dure mucho tiempo para volver a ir a playa, el miedo me invadía, así creo que voy a tener que tomar clase de natación, por lo que la verdad no quiero volver a pasar por lo que me paso.
Fin.

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